Hoy ya entramos en materia intentando resolver la duda inicial que tienen los padres sobre el momento adecuado para consultar al logopeda, es difícil identificar si es demasiado pronto o ya es tarde. No hay una edad concreta para ir al logopeda, depende del caso y la causa de la consulta.
Son muchos los motivos por lo que se puede solicitar valoración de un logopeda, por ello intentaré realizar una pequeña guía sobre la evolución del niño por edades, para detectar si hay algo que se está cumpliendo.
DURANTE EL PRIMERA AÑO: el niñ@ no habla, pero empieza a comunicarse con su entorno con lenguaje no-verbal y poco a poco irá produciendo sonidos. Estas son algunas de las cosas que deben realizar:
De los 0 a los 6 meses:
- Reaccionará ante sonidos ambientales o voces, inicialmente, es un sobresalto, una sonrisa, movimientos coroporales.
- Cuando se le habla de forma directa, estando delante del él, normalmente fija la mirada hacia la cara de adulto.
- Empieza a producir sonidos con la boca a pesar del poco parecido con el lenguaje adulto.
De los 6 a los 12 meses:
- Además de reaccionar al ruido y a la voz, mueven la cabeza y la mirada en busca del objeto o persona que lo produce.
- Empiezan a reaccionar y a reconocer su nombre.
- Producen sonidos cada vez más parecidos a los del lenguaje materno, por ejemplo: papapa, que poco a poco irán tomando forma de palabras.
- Las producciones que realizan suelen ir destinadas a llamar la atención del adulto e, incluso, a conseguir algo. Es decir, tiene intención de comunicarse con el resto de personas.
DEL AÑO A LOS DOS AÑOS: es el momento en donde se aprecian los cambios más destacados en el niño, cada vez el lenguaje oral es más comprensible para los adultos:
- Aparecen las primeras palabras con significado, el niñ@ asocia el nombre con el objeto y cuando no lo sabe señala para referirse a él.
- Comprende ordenes sencillas del tipo: dame, toma, ven...
- Empieza a comprender el significado del NO, tanto cuando lo escucha del adulto, como cuando él mismo lo incluye en su lenguaje.
- Poco a poco irá integrando las palabras en pequeñas frases, por ejemplo: mama agua, nene juega...
DE LOS DOS A LOS TRES AÑOS: el lenguaje cada vez es más complejo.
- Produce frases de 2 o 3 palabras con significado, por ejemplo: nene quiere leche. Además, irán apareciendo algunas palabras sin significado como artículos o preposiciones.
- Empieza a hacer preguntas, tiene lenguaje para hacerlas y curiosidad por lo que le rodea.
- El habla cada vez es más comprensible. Durante esta fase debería eliminarse el uso de chupetes y biberones para facilitar este aspecto.
A PARTIR DE LOS 4 AÑOS:
- Se consolida el lenguaje, es capaz de realizar explicaciones de historias sencillas con un orden adecuado.
- La articulación de las palabras es correcta, se le entiende perfectamente, no confunde las letra y sabe realizar todos los sonidos (no se incluye la RR).
- Se relaciona con los demás, entiende las bromas y las adivinanzas.
- Respira con la boca cerrada, no ronca y no se queda afónico con facilidad.
ENTRE LOS 5 Y LOS 6 AÑOS:
- Se deben haber adquirido todos los sonidos incluido la RR que es el último.
- Sabe ubicarse temporalmente ( hoy, mañana, la semana que viene...) y especialmente (aquí, encima, detrás...).
- Cuando explica algo no se encalla, ni se bloquea, su lenguaje es fluido y encuentra las palabras que jquiere decir con cierta facilidad.
- Cuando come no realiza movimientos exagerados con la lengua, es capaz de mastigar y tragar con la boca cerrada (deglución atípica).
- Empieza a leer y escribir, pero las dificultades que puedan darse no son un signo de alarme durante esta edad. Si es así deberemos estimularse y ayudarles a mejor sin mayor preocupación.
ENTRE LOS 6 Y LOS 9 AÑOS:
- Le cuesta concentrarse durante las clases, cuando se le explica algo y en algunas actividades.
- Produce frases de 2 o 3 palabras con significado, por ejemplo: nene quiere leche. Además, irán apareciendo algunas palabras sin significado como artículos o preposiciones.
- Empieza a hacer preguntas, tiene lenguaje para hacerlas y curiosidad por lo que le rodea.
- El habla cada vez es más comprensible. Durante esta fase debería eliminarse el uso de chupetes y biberones para facilitar este aspecto.
A PARTIR DE LOS 4 AÑOS:
- Se consolida el lenguaje, es capaz de realizar explicaciones de historias sencillas con un orden adecuado.
- La articulación de las palabras es correcta, se le entiende perfectamente, no confunde las letra y sabe realizar todos los sonidos (no se incluye la RR).
- Se relaciona con los demás, entiende las bromas y las adivinanzas.
- Respira con la boca cerrada, no ronca y no se queda afónico con facilidad.
ENTRE LOS 5 Y LOS 6 AÑOS:
- Se deben haber adquirido todos los sonidos incluido la RR que es el último.
- Sabe ubicarse temporalmente ( hoy, mañana, la semana que viene...) y especialmente (aquí, encima, detrás...).
- Cuando explica algo no se encalla, ni se bloquea, su lenguaje es fluido y encuentra las palabras que jquiere decir con cierta facilidad.
- Cuando come no realiza movimientos exagerados con la lengua, es capaz de mastigar y tragar con la boca cerrada (deglución atípica).
- Empieza a leer y escribir, pero las dificultades que puedan darse no son un signo de alarme durante esta edad. Si es así deberemos estimularse y ayudarles a mejor sin mayor preocupación.
ENTRE LOS 6 Y LOS 9 AÑOS:
- Le cuesta concentrarse durante las clases, cuando se le explica algo y en algunas actividades.
- Perduran les dificultades en la lectura: confunde algunas letras, silabas o palabras.
- Confunde, omite o gira letras y/o números cuando lee o escribe.
- Escribe com letra poco clara, irregular, que generalmente no se entiende entiende lo pone.
- Se equivoca, en bastante ocasiones, al contar, con los días de la semana o los meses.
Como podeis ver, no hay una fecha exacta para desarrollar cada habilidad, sino que existe un periodo de tiempo largo que contempla la propia evolución de cada niño. Cuando pasa este periodo sin que hayan aparecido las habilidades correspondientes se considera que pueden haber signos de alerta a valorar.
Una vez detectado alguno de estos síntomas, será conveniente consultar al profesional que determinará si es necesario realizar tratamiento, o no, y las características de éste, según el caso.
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