La ortografía es una de las cruces más grandes para la mayoría de los niños, incluso para algún adulto.
El aprendizaje de las normas de ortografía es lento y costoso, por no hablar de las palabras que sin norma alguna van con V o B, H etc. En la escuela, la forma de enseñar-aprender ortografía no siempre es efectiva, muchos niños tienen la capacidad de aprender la normativa, pero aplicarla es otro tema.
En la actualidad, se habla mucho de las teorías que aplican la memoria visual o motora para mejor la ortografía.
¿ Y esto qué es?
La memoria visual, basa su idea en que, cuantas más veces vemos escrita una palabra, más fácil será para nosotros escribirla. Dicho de otra manera: "escrita así me parece raro". ¿Cuántas veces escribimos una palabra y al verla debemos modificarla porque hay algo que no nos cuadra? Pues si pasa eso, nuestra memoria visual nos ha ayudado.
La memoria motora, es similar, pero establece que al escribir varias veces una palabra la mano "funciona" sola. Es lo que nos pasaría al escribir la palabra CASA, no necesitamos pensar en ello, cogemos el lápiz y automáticamente, sin pensarlo, activamos los mecanismos para hacerlo.
Con esta idea, han nacido estas nuevas teorías de las que os hablaba, dejando de lado la pesada copia de palabras.
Hoy quiero explicar algunas ideas más dinámicas para corregir la ortografía:
1. Ver las palabras y darles un significado que nos ayude a recordarlo: con esta imagen encontrada en otro blog, integramos las palabra conflictiva, con un dibujo fácil de recordar y una frase que la da sentido.
2. Hacer un dibujo de la palabra integrando la letra conflictiva o buscar paralelismo a imágenes mentales que nos ayuden a recordarlo.
3. Pensar en las palabras que vamos a escribir antes de hacerlo: deletrearlas, desde el principio, desde el final, pensando: cual es la tercera letra, hay v o b, hay acentos...
4. Escribir la palabra mirarla 3 o 5 segundos, cerrar los ojos e imaginarla como si la escribiéramos en una pantalla.
5. Tenemos un lápiz y hoja mágica que es nuestro dedo, capaz de escribir en la mesa, papel, etc y ver la palabra antes de escribirla, para resolver esas dudas que surgen.
Con estas pequeñas cosas, hay que echarle imaginación y crear actividades que puedes ser más motivadoras que los dictados y la copia.
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